Poeta, contador, periodista y escritor.
Nació en Santo Domingo el 23 de octubre de 1861. Poeta y traductor. Siendo niño todavía su padre, el inmigrante francés Alfred Jules De Ligne, murió de fiebre tifoidea mientras intentaba mejorar su situación económica en Haití.
La pobreza de su madre conmovió al filántropo Padre Billini quien lo internó en el Colegio San Luis Gonzaga hasta que obtuvo el grado de Bachiller en 1877.
Terminado el bachillerato consiguió trabajo como tenedor de libros en Casa Namías, un almacén propiedad de Aarón Namías localizado en la zona colonial de Santo Do-mingo, donde laboró durante quince años.
En 1891, debido a la aguda crisis económica y al desequilibrio político y social que afectaba la capital dominicana, decidió trasladarse a San Pedro de Macorís, estableciendo su residencia definitiva en dicha ciudad.
A su llegada a Macorís intentó, sin suerte, hacerse comerciante, pues en un período de seis años instaló tres negocios y todos fracasaron. Ante esa situación retornó a su viejo oficio de tenedor de libros, esta vez en el banco Thesserg Shumacker de capital alemán.
Aunque llegó a ser Encargado de Contabilidad de la referida institución bancaria pasó, como expresa Abelardo Vicioso en su estudio a la Obra Completa de Deligne, «el resto de su vida ante un escritorio del banco alemán».
Sin embargo, nunca abandonó su carrera literaria y periodística iniciada exitosamente en Santo Domingo. Su amor a la lectura y su interés por la filoso-fía, la sicología y las ciencias le ayudaron a convertirse en el escritor dominicano de finales del siglo XIX y principios del XX que mejor captó la sicología social del pueblo.
A pesar de que sus primeras composiciones poéticas tienen rasgos románticos, simbolistas, impresionistas y modernistas no le tomó mucho tiempo adquirir el estilo propio y original que caracteriza su obra, la cual está marcada por la preocupación social y el incuestionable patriotismo que defendió durante me-dio siglo de vida.
Se le conoce como el introductor de la poesía de tema psicológico en la literatura nacional. Su obra más importante y la que le confirió, junto con Salomé Ureña de Henríquez y José Joaquín Pérez, el título de «Padre de la Poesía Nacional» es Galaripsos, publicada en 1908.
Aprendió latín, griego, italiano, francés e inglés y tradujo al español textos de los franceses Paul Verlaine y Víctor Hugo y del norteamericano Henry W. Longfellow.
Colaboró en los periódicos petromacorisanos El Cable y Prosa y Versos y en la capital con El Teléfono y El Lápiz y con las revistas La Cuna de América y Letras y Ciencias.
El sábado 18 de enero de 1913 y con 51 años de edad, a las 8:15 de la mañana, después de haber luchado infructuosamente con la lepra que consumió paulatinamente su fortaleza física, Gastón Fernando Deligne se suicidó de un disparo en la cabeza.