Esta semana, el atentado contra Donald Trump ha sido el acontecimiento más relevante en el mundo, tanto por la gravedad de los hechos como por sus consecuencias políticas. El ataque sufrido por el expresidente de Estados Unidos y candidato a la reelección el 5 de noviembre tiene un impacto especial en América Latina.

El magnate acababa de empezar un mitin el pasado sábado en una granja de Butler, en Pensilvania, cuando una bala le rozó la oreja derecha, provocándole una herida leve. El agresor, Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años sin antecedentes y registrado como votante republicano, disparó ocho veces desde un tejado a unos 150 metros de la tribuna con un rifle semiautomático AR-15. Los agentes del servicio secreto, ahora en el ojo del huracán por los fallos en el esquema de seguridad, mataron enseguida al atacante, del que apenas se conocen algunos datos.

Todas las miradas están centradas ahora en el futuro inmediato. ¿Tendrá lo sucedido una traducción electoral? Según el análisis de Kiko Llaneras, las opciones de Trump de volver a la Casa Blanca han aumentado para los pronosticadores, aunque el republicano ya se situaba como favorito desde que Joe Biden se estrellara en el debate del pasado 27 de junio. Pero hay otra pregunta: ¿contribuye el atentado a alimentar el argumentario radical del movimiento trumpista Make America Great Again (MAGA)? El exmandatario llamó a la unidad; no obstante, no ha dejado de lado su táctica de polarización, como se vio en el arranque de la Convención Nacional Republicana que se celebra estos días en Milwaukee.

Uno de los ejes del cónclave es la oposición frontal al aumento de la inmigración ilegal durante el mandato de Biden. La supuesta ecuación es la de siempre: se intensifica el flujo de migrantes sin papeles que ingresan por la frontera sur, en su inmensa mayoría latinoamericanos, y aumenta el crimen. Todo fue expuesto sin apenas datos desagregados y con muchas teorías conspirativas. Nada nuevo. Sin embargo, según Trump, fue precisamente un gráfico sobre inmigración lo que le salvó la vida durante el mitin de Butler. El exmandatario se giró ligeramente y señaló la pantalla gigante para seguir con su arenga. Hablaba de su contrincante: «Llegó el peor presidente en la historia de nuestro país y mirad lo que le pasó a nuestro país». Fue entonces cuando se escucharon los disparos. Según una encuesta de Ipsos/Reuters, dos tercios de los seguidores del candidato republicano están convencidos de que se salvó gracias a “la divina providencia o la voluntad de Dios”.

Por Redacción

sσmσs єspєcíαlístαs єn cσmunícαcíσ́n sσcíαl, єnfσcαdσs єn lα nαrrαcíσ́n dє hístσríαs єn sєntídσ gєnєrαl cσn un fín єducαtívσ є ínfσrmαtívσ.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *