En vida Nerón tuvo una estrecha relación con la muerte, con la de los demás.

A nadie se le pasaba por la cabeza censurar sus métodos hasta que hubo plata de por medio, unos temitas de impuestos.

Cayo Julio Vindex, gobernador de la Galia, se le plantó de manos y cuestionó sus abusos. Que hizo Nerón, los mando a entrar en razones, o sea a cortarlos en rebanadas. El líder de la Galia pidió ayuda a Servio Sulpicio Galba, gobernador de Hispania, pero antes que este llegara, Vindex ya era historia.

La victoria militar de Nerón se transformó en derrota política en el senado. Estos intentaron sobornar a la Guardia Pretoriana para que lo traicionaran. No es que aceptaron encantados, pero dudaron y bastante, Nerón entendió que tenía las horas contadas y se las picó. Sin chances de ir muy lejos, en un alto de la escapada se suicidó, mejor dicho, hizo que lo suicide su ladero Epafrodito.

Se creyeron que muerto el perro se acababa la rabia, pero no, con Nerón no era tan fácil. El desorden político y económico no era simple de arreglar, desde esa época ya se hablaba de la ‘Pesada herencia’. Para colmo no tuvieron mejor idea que quemar su cuerpo parcialmente y enterrarlo en las afueras de Roma.

En su tumba creció un frondoso nogal, medio al cohete porque nadie se animaba a comer las nueces. No era muy querido entre las personas de bien, pero están los otros, los aduladores de demonios. Como siempre hay un roto para un descocido y su tumba estaba a mano, se llenaba de brujas, espiritistas, hechiceros y curiosos. Se la pasaban cantando y bebiendo, bebiendo mucho, esto atraía cada vez mas gente hasta que las reuniones se transformaron en juergas de antología.

Las autoridades de la iglesia fueron los primeros en denunciarlas como reuniones paganas y se decidió a terminarlas. La decisión tardó un poco ya que no fue hasta que Nerón llevaba mil años de muerto que un Papa se puso los pantalones debajo de la sotana. ‘Pascual II’ quería terminar con estas juergas pero no sabía como. Para despejar la mente y pensar mejor ordenó un ayuno por tiempo indefinido en todo Roma. parece que no podía pensar con la barriga llena, con la de los demás. Menos mal que a los pocos días le pintó una idea sino hubiera habido un record de cambios de domicilio.

La ideota de ‘Pascual II’ era eliminar la tumba de Nerón, y para eso estuvimos días sin comer?. Al exorcismo asistieron miles de personas con pochoclos pensando en algo digno de verse. pero solo fue un sacerdote que rezó un poco, agarró un hacha, taló el Nogal y se llevó los escasos restos del otrora terror de Roma. Los arrojó en el río Tiber y se acabó lo que se daba.

Años mas tarde, otro Papa mandó a construir en ese lugar, frente a la actual ‘Piazza del popolo’, una iglesia de proporciones, La Santa María. Allí en uno de los relieves del altar mayor esta la figura de ‘Pascual II’ con el hacha en la mano a punto de darle al pobre Nogal.

Por Redacción

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