Los diez días siguientes al fallecimiento de la Reina Isabel II estarán marcados por una serie de servicios conmemorativos, procesiones, y ensayos, antes de su funeral.
El reglamento, escrito en la década de los 60, delinea los acontecimientos de los diez días previos al funeral de la Reina, en los que tendrán lugar una serie de ceremonias y actos simbólicos. El plan se actualiza tres veces al año, en una reunión que involucra a miembros del Gobierno, a la Policía, y a los responsables de los medios más importantes del país.
Si la Reina muere en Escocia, se desencadenará además la operación ‘Unicornio’, que dicta que tendrá que ser transportada de vuelta a Londres en un tren real. Si eso no es posible, Reino Unido recurrirá a la operación ‘Overstudy’, idéntica pero el ataúd viajará en avión.
Día 1
Una vez Isabel II haya fallecido, rodeada de familiares, seres queridos, y personal real, la noticia de su muerte llegará hasta la primera ministra, Liz Truss, en clave: «London Bridge is down» (El puente de Londres ha caído), le comunicará un miembro del servicio civil por una llamada telefónica.
De Truss, la noticia pasará a los Gobiernos de los 14 otros países en los que reina Isabel II. Mientras tanto, en Westminster, colocarán las banderas a medio mástil. No habrán transcurrido más de 10 minutos desde que se comunicó el fallecimiento.
La página web de la Casa Real se teñirá de negro, con apenas un breve comunicado confirmando su muerte. Mientras tanto, la del Gobierno mostrará una banda negra, y sólo publicará las noticias de más urgencia.
Después, llegará la hora de comunicárselo al público.
La familia real anunciará los planes oficiales para el funeral de la Reina, que tendrá lugar diez días después de su muerte. Mientras tanto, Liz Truss se irá preparando: la primera ministra debe dar el primer discurso tras el fallecimiento, antes de que cualquier otro miembro del Gobierno se pronuncie. Una vez terminada su comparecencia, el Ministerio de Defensa dará la orden para llevar a cabo un saludo militar, al que seguirá un minuto de silencio nacional.
El Príncipe Carlos, que se convertirá en Rey de Inglaterra en el momento en que muera su madre, se reunirá con Truss, y luego, a las 18:00 de la tarde, hablará con toda Gran Bretaña en una retransmisión por radio. Mientras tanto, se llevará a cabo un servicio en la Catedral de San Pablo, en el corazón de Londres, al que acudirán la primera ministra y su gabinete.
Día 2
A las 10 de la mañana del día siguiente a la muerte, el Consejo de la Ascensión se reunirá en St. James’ Palace para proclamar al Rey Carlos como su nuevo soberano. Acudirán cientos de consejeros, incluyendo a Liz Truss y a su gabinete, vestidos de negro y de forma austera.
El Parlamento cancelará todas sus gestiones en los próximos diez días.
Día 3
El ataúd de la Reina regresará a Buckingham Palace. Liz Truss y su gabinete acudirán a la estación de San Pancras, en Londres, para recibirlo oficialmente. Durante la jornada, se desarrollarán actos conmemorativos en todos los parlamentos británicos: el de Londres, el escocés, el de Irlanda del Norte, y el de Gales.
Día 4
Durante la mañana, el ahora Rey Carlos recibirá una ‘moción de condolencias’ en Westminster Hall, antes de embarcarse en una gira por todo Reino Unido, para inaugurar su reinado. El tour comenzará con una visita al parlamento escocés, y a la catedral de St. Giles, en Edimburgo.
Día 5
El Rey Carlos llegará a Irlanda del Norte, donde recibirá, de nuevo, otra moción condolencias, en el castillo de Hillsborough. Esta vez, el servicio tendrá lugar en la catedral de St. Annes, situada en Belfast.
En paralelo, en Londres, se llevarán a cabo ensayos para la operación ‘Lion’, que se refiere a la procesión del ataúd desde Buckingham Palace hasta Westminster.
La procesión desde el Palacio de Buckingham hasta el Palacio de Westminster circulará a lo largo de una bonita ruta ceremonial a través de Londres. Tras la llegada del ataúd a Westminster Hall, habrá un solemne servicio conmemorativo.
Días 6 a 9
La Reina yacerá tranquila en el palacio de Westminster durante tres días, en una operación que también tiene un nombre en código: «Feather», o pluma. Su ataúd estará colocado sobre una plataforma erguida en medio de Westminster Hall, y abierto al público durante 23 horas diarias. Los asistentes más ‘VIP’ podrán pagar por billetes para verla.
En el sexto día, tendrá lugar un ensayo para la procesión del funeral. En el séptimo, el Príncipe Carlos aterrizará en Gales, donde recibirá nuevas condolencias y asistirá a un servicio en la catedral de Liandaff, en Cardiff.
Día 10
En el décimo día, la catedral de Westminster Abbey servirá de escenario para el multitudinario y grandioso funeral de la Reina Isabel II. Durante el servicio, el país entero se sumirá en dos minutos de silencio, para recordar el reinado de una monarca a la que todos quisieron, respetaron, y admiraron.
Tras dos procesiones, una en Londres y otra en Windsor, y un servicio en la catedral de San Jorge, enterrarán a la Reina en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor.