Por: Deborah Ortega.
Foto de portada: El reverso en Instagram.
La República Dominicana, sin duda, avanza hacia un futuro económico sostenible y se posiciona como un modelo de crecimiento en Latinoamérica, atrayendo a empresas multinacionales a su territorio.
Sin embargo, resulta cuestionable si estas empresas están realmente cumpliendo con las legislaciones operativas establecidas por el Estado dominicano, así como si existe un compromiso real por parte de las autoridades en la supervisión y cumplimiento de dichas normativas.
Casos como Vidal Plast en San Cristóbal, Polyplas en Villa Agrícolas y, más recientemente, Jet Set, tienen en común pérdidas humanas que, de haber existido un compromiso efectivo de supervisión y control, así como una exigencia clara de reportes sustentables dentro de sus memorias de sostenibilidad, podrían haberse evitado.
Sería beneficioso que tanto las empresas como el Estado reconozcan la importancia de la Responsabilidad Social Corporativa, ya que esta representa un respaldo en materia de seguridad laboral, responsabilidad ambiental y desarrollo económico y social.
La pérdida de vidas humanas es, sin duda, un daño irreparable para cualquier marca y es lo que más debe mitigarse mediante protocolos de seguridad. No obstante, debe existir una gerencia responsable que priorice el bienestar humano por encima del beneficio económico, porque hoy fueron ellos, pero mañana podrías ser tú.