Desde el año 1991 la Federación Internacional de la Traducción (FIT) celebra cada 30 de septiembre el Día Internacional de la Traducción, con el objetivo intrínseco de mostrar la solidaridad entre sus miembros y destacar el enorme valor que tiene esta profesión en un mundo cada vez más globalizado.
La razón de haber elegido el 30 de septiembre como día para conmemorar a esta profesión se debe a que fue en esta fecha en la que falleció Jerónimo de Estridón, más popularmente conocido como San Jerónimo, santo patrono de los traductores y responsable de la traducción de la biblia del hebreo al latín y al griego.