La importancia de esta batalla radica en que la defensa de la soberanía nacional fue asumida por un grupo de apenas 80 hombres, lleno de coraje, astucia y valentía, demostrando que defender la soberanía es un compromiso de cada hombre.

Enfrentaron a las tropas de ocupación norteamericanas compuestas por más de 800 infantes (marines) norteamericanos, fuertemente armados y equipados.

Disponían de 24 carretas haladas por mulas, 7 camiones, 2 carretas y un vagón con agua, así como un tractor arrastrando 4 casas remolques y 11 automóviles. Entre sus armas había cañones de artillería, rifles, ametralladoras y pistolas.

Un episodio marginado por muchos historiadores dominicanos. Se ha oído hablar de La Barranquita, pero muy pocos la relacionan con una de las bujías de la resistencia del pueblo dominicano.

RESEÑA HISTÓRICA

El 15 de mayo del 1916, se inicia el desembarco de Tropas norteamericanas en las costas de la ciudad capital de la RD, bajo las órdenes del Contralmirante William Caperton.

Días después continua el desembarco en San Pedro de Macorís, y el 1 de junio en Puerto Plata y Montecristi. Con la intensión, más adelante, de ocupar la ciudad de Santiago de los Caballeros, la segunda ciudad en importancia y así de esa manera controlar los principales centros económicos del país.

Los invasores avanzaban, quemando propiedades y fusilando sospechosos, hasta ese momento, los invasores tuvieron poca o ninguna resistencia.

Pero, el 5 de junio pobladores y autoridades del poblado de Mao y comunidades aledañas se alistaban para ofrecer resistencia. Un grupo de cerca de 80 hombres entre los que se encontraban el comandante del puesto militar de Mao, el general Carlos Daniel Grullón, junto al sacerdote Eliseo Echevarría, el síndico Rafael Madera y el presidente del Ayuntamiento Don Efraín Reyes, decidieron asumir ofrecer resistencia en defensa de la soberanía.

Ese grupo de cerca de 80 hombres salió de Santa Cruz de Mao hacia una ubicación estratégica del Camino Real o camino viejo (vía que comunicaba a las comunidades de Montecristi y Santiago), para emboscar las tropas invasoras.

El lugar seleccionado fue el cerro de la Barranquita, próximo a los parajes de Guayacanes y Maizal. Al día siguiente, se les unió el capitán Máximo Cabral, miembro del Ejército dominicano.

El 25 de junio de 1916, desde Montecristi partió el Regimiento de las fuerzas invasoras comandadas por el coronel Joseph Pendentlon con 24 oficiales y 837 soldados de Infantes de Marina montados a caballo, seguido de un cuerpo principal formado por la infantería y la artillería, un hospital móvil y las provisiones.

Según informe de la época, disponían de 24 carretas haladas por mulas, 7 camiones, 2 carretas y un vagón con agua, así como un tractor arrastrando 4 casas remolques y 11 automóviles. Entre sus armas había cañones de artillería, rifles, ametralladoras y pistolas.

El 3 de Julio, en Guayacanes, los insurgentes hicieron su segunda resistencia importante contra las fuerzas del coronel Pendentlon. Los invasores se encontraron con una resistencia valerosa y bien atrincherada que no fue suficiente para aplacar a los invasores.

Los infantes de marina invasores lograron tomar posesión de las trincheras, demostrando su gran superioridad. El saldo fue de un muerto y 10 heridos. Sin embargo, los rebeldes (la resistencia) perdieron por lo menos 27 hombres y dejaron 5 prisioneros en las manos de Infantería de la Marina”.

La epopeya de esta batalla radica en que la defensa de la soberanía nacional fue asumida por un grupo de apenas 80 hombres, que enfrentaron a un regimiento de ocupación de más de 800 marines norteamericanos.

Entre los muertos de rebeldes se encuentra un anciano que había participado en la guerra de la restauración y en esta con fusil en mano sería su última batalla, se trata de Francisco Peña.

Los hechos inmediatos, en términos de consecuencias fueron la renuncia del presidente Juan Isidro Jiménez por la disputa entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo, impulsado por la inestabilidad y el caudillismo imperante.

Muro de recuerdos de Rolando Cid Vargas.

Fuentes: Página Web, “Historia Dominicana en Gráficas (HDG)” y el muro de Isaias Medina.

Por Redacción

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