El 19 de Febrero de 1944, en el marco de la segunda guerra mundial comenzaba una de las más sangrientas y decisivas batallas del pacífico, ese día comenzaba la «Batalla de Iwo Jima».

Con la flota japonesa casi diezmada, el dominio norteamericano del Pacífico era notorio, pero su base más cercana a Japón era en las Islas Marianas, a 6.000 km de distancia. Esto permitía que los pesados bombarderos B29 llegaran a su objetivo, pero los cazas de escolta no tenían tal autonomía, por lo que los B29 eran blanco fácil de las defensas japonesas.

A mitad de camino entre las Marianas y el Japón se encontraba una pequeña isla volcánica, Iwo Jima, donde los japoneses habían construido tres pistas de aterrizaje. El comando japonés esperaba un inminente ataque, por ello le encomendó 20.000 hombres al General Tadamichi Kuribayashi para la defensa de la isla.

Que la guerra estaba perdida era una realidad, pero querían ofrecer una férrea resistencia para forzar a los EEUU a ofrecer un armisticio y evitar una rendición incondicional. Para ello idearon una intrincada y efectiva serie de túneles que permitían cambiar de posición defensiva sin ser vistos, pero liberaron la playa para permitir el desembarco y tener a las tropas a tiro de fusil. Las descomunales fuerzas de los EEUU llegaron con 500 navíos y 250.000 hombres, pero desconocían la composición de la playa. Cuando las primeras divisiones blindadas desembarcaron quedaron encalladas en la blanda arena, las botas de los infantes se enterraban quedando a merced del fuego japonés.

Las primeras horas fueron una masacre, las pérdidas de vidas y equipos fueron inconmensurables, pero una nueva cabecera de playa a los pies del volcán Suribachi sobre terreno firme abrió una brecha incontrolable. La supremacía de armamento y número de efectivos de los EEUU se enfrentó a la determinación de los poco alimentados japoneses.

La batalla duró más de un mes, cuando se creía que el enemigo había sido eliminado, de los túneles emergieron los últimos 200 japoneses en una ofensiva «Banzai» de frente al enemigo que no produjo gran daño. Con la Isla en poder de los EEUU pero a un alto costo, la táctica japonesa dio sus frutos, los aliados desistieron de una invasión, pero con lo que Japón no contaba, era con Hiroshima y Nagasaki.

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Por Vicente Florian

Periodista egresado de la UASD, Maestrando en Tecnologías de la Información y Comunicación para Docentes (TIC), Historiador e Investigador.

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