Juan Esteban Vargas Marcano, nació el 11 de abril de 1906 en Santo Domingo. Sus primeros pasos deportivos los realizó en la disciplina de atletismo y por su gran velocidad fue invitado a jugar béisbol.

El apodo de «Tetelo», le provino de un tío materno, a quien llamaban»Tete» y este, cuando le hablaba a Juan Esteban, lo hacía a través del apodo»Tetelo».

En 1921 jugó con el equipo de los Leones de Escogido y en 1923 fue recomendado para jugar con el equipo Humacao de Puerto Rico.

En 1927, con apenas 21 años, se convirtió en miembro del famoso equipo de las ligas negras, los «New York Cubans», donde estableció un récord de siete homeruns en 7 turnos consecutivos al bate.

Abandonó el equipo del Escogido en 1936 para formar parte del conjunto de las Estrellas Orientales y se convirtió en una de las principales figuras que determinó el triunfo logrado por el equipo de San Pedro de Macorís.

Desde 1940 hasta 1944 jugó para el equipo Cubanos de Nueva York en el béisbol de las Ligas Negras, con logros como bateador y corredor de bases. Además, formó parte de los equipos Brooklyn Eagles, Habana Red Sox, Cuban House of David y Cuban Star. No jugó en el béisbol de Grandes Ligas debido a la barrera racial de la época.

En 1953 fue su mejor temporada en el béisbol invernal dominicano con un promedio de .355, logrando el título de bateo con 66 hits en 186 turnos al bate.

Vargas ganó varios títulos de bases robadas a través de su carrera y ganó el premio «all stars» en la pelota de Puerto Rico.

Durante su trayectoria obtuvo un promedio de .322.

Se volvió a casar en 1954 en Puerto Rico y vivió en un lugar tranquilo y humilde en Guayama con su esposa Violeta Enchautegui y tres hijas, Carmen, Ana e Iris y un varón, Juan Esteban Jr.

En 1956 se retiró con 50 años de edad, siendo uno de los peloteros de mayor edad en jugar baseball profesional en nuestro país y en 4 países extranjeros, durante 27 temporadas.

En el béisbol de Cuba jugó en campañas con varios equipos entre los que se encontraba la novena Los Claveles Rojos del Habana. En 1957 se radicó en Puerto Rico.

En 1963, el Congreso de la República Dominicana aprobó una ley designando el Estadio de San Pedro de Macorís con su nombre. Fue considerado inmortal del deporte tanto en Puerto Rico como en República Dominicana.

Falleció el 30 de diciembre de 1971 en Guayama , Puerto Rico, luego de luchar varios años con un cáncer de pulmón.

En el país, el estadio de las Estrellas Orientales de San Pedro de Macorís lleva su nombre y en Santo Domingo, hay una calle del sector Naco, la cual fue nombrada en su honor.

Por Redacción

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