El 6 de Noviembre de 1479, en Toledo, Reino de Castilla, nacía una mujer que pese a estar destinada a ser recordada como la Reina de España Unificada, solo se la conoce como Juana la loca.
Juana I de Castilla, era la infanta de Castilla y Aragón, hija de la Reina Isabel, desde muy temprana edad mostró indiferencia por la fe católica, hecho que la corte ocultaba con esfuerzo.
En 1496 se casó con Felipe el Hermoso, quién ostentaba los títulos de archiduque de Austria, duque de Borgoña y Brabante y conde de Flandes, con él tuvo 6 hijos. Las tempranas muertes de su primo Miguel de la Paz y sus hermanos Juan de Aragón e Isabel de Aragón, la colocaron en la primera línea de sucesión de las coronas de Castilla y Aragón.
En 1504 muere su madre por lo que se alzó con las coronas, sin embargo su padre Fernando II de Aragón comenzó a deslizar en los ámbitos del poder que su hija no estaba con el uso pleno de sus facultades mentales y que lo mejor era preparar a su nieto Carlos para una asunción prematura del trono.
En 1506 Juana empezó a declinar sus decisiones en Fernando y en 1509 comenzó su reclusión forzosa en la casona cárcel de Tordecillas, pese a ser la Reina nominal, su padre y a partir de 1515, su hijo Carlos ejercieron el poder real.
En 1515 Su padre conquistó Navarra, por lo que a su muerte en 1516, Juana fue la primera en ostentar los reinos de Castilla, Aragón y Navarra, o sea la actual España. Juana estaba confinada y olvidada en Tordecillas y solo era visitada por su hija menor, pero las desacertadas medidas de su hijo Carlos hicieron que el pueblo se acordara de ella y dudara de los motivos de su confinamiento.
En 1520 se produce la rebelión de las Comunas que enviaron a sus delegados a Tordecillas para entrevistarse con Juana, esta se mostró elocuente, coherente e informada, por lo que se confirmó de lo injusto de su detención. Para que su hijo fuera removido del trono y restituido a Juana, esta debía firmar los documentos formales, pero se negó a enfrentar a su hijo, esto le restó poder al movimiento comunero que fue derrotado por las milicias reales, pese a que su madre no lo traicionó, Carlos endureció su confinamiento.
Cuando en 1525 su hija menor contrajo matrimonio, dejó de recibir visitas, la soledad esta vez sí provocó su deterioro mental y físico. Luego de 46 años de confinamiento, Juana murió el 12 de Abril de 1555, el tiempo hizo olvidar las circunstancias de su entierro y pese a su sufrimiento solo es recordada como «Juana, la loca».