El 11 de noviembre de 1926, en los EEUU, se inauguraba una carretera que por su historia se convirtió en un ícono mundial y en el emblema de un estilo de vida, ese día se abría la Ruta 66.
Cuando Cyrus Stevens Avery fue nombrado Comisionado de Carreteras del Estado de Oklahoma, un estado ubicado en el centro del país equidistante de ambas costas y de las fronteras norte y sur, logró convencer al directorio de la Junta Federal del Transporte de la necesidad de crear una red de carreteras nacional planificadas según las necesidades del transporte de cargas, si primer proyecto fue la Ruta 66.
Pese a no atravesar el país de costa a costa sino parcialmente en diagonal desde Chicago hasta Los Ángeles, sus casi 3400 km pasaban por la mayoría de los estados prósperos del centro-oeste como Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California.
Esto la convirtió en una excelente opción o variante al ferrocarril para el transporte terrestre de cargas, para emigrar durante la época de tormentas de polvo o para los veraneantes que buscaban las playas de Los Ángeles.
Su caudal vehicular obligó a que este constantemente en obras de mejoras y replanteo de su traza, para que los camiones pudieran transitar a una velocidad constante, en 1938 se suprimieron las curvas cerradas por otras más de radio más amplio y se terminó de pavimentar en toda su extensión.
Pese a pasar por grandes extensiones desérticas, a la vera de su traza se generaron cientos de pequeños polos económicos y pequeños nuevos poblados donde no faltaban, restaurantes, moteles, talleres mecánicos y gomerías.
Su fama a nivel nacional y mundial fue creciendo de la mano de marcas de lubricantes, novelas, series de TV y canciones, las nacientes bandas de motociclistas solían recorrerla de punta a punta para mostrarse y ganar fama.
Luego de la WW2 el presidente Dwight Eisenhower, quién había quedado maravillado por las «Autobahn» alemanas, decide impulsar la «Ley de Autopistas Interestatales» un denso tejido de superatuopistas de varios carriles de ancho que en realidad escondían 2 objetivos secretos:
El primer objetivo real pero oculto, era el de la posibilidad que las fuerzas militares terrestres de los EEUU pudieran trasladarse fácilmente dentro del país y que su equipamiento pesado pudiera llegar a cualquier punto fronterizo o costero.
El segundo objetivo era el de financiarlas por el estado pero que se pagaran con su uso con la implementación de peajes, nacían las «Highway Turnpike», tramposamente, para alentar su uso y recuperar rápidamente la inversión las viejas carreteras gratuitas dejaban de tener mantenimiento y su velocidad máxima se mantenía en 55 m/h (88 Km/H), mientras que en las nuevas la velocidad máxima permitida oscilaba entre las 65 m/h (105 Km/h) y 75 m/h (120 Km/h).
La inauguración en la «Interestatl I-40» fue el principio del fin de la Ruta 66 como parte de la red de carreteras oficial y se la retiró de los mapas por casi 20 años, pero su presencia en la cultura popular lograron salvarla de su desaparición definitiva, la mayoría de sus tramos se reutilizaron para el acceso a parques nacionales, circunvalaciones urbanas o colectoras gratuitas alternativas a la I-40.