En el Cibao se reúnen en horas de la noche en la Fortaleza de Santiago, los principales hombres de armas de la ciudad: Don Benigno Filomeno de Rojas, Don Domingo D. Pichardo, el General Domingo Mallol, el presbítero Dionicio de Moya, el General José Desiderio Valverde, entre otros, acompañados por los más importantes comerciantes, propietarios e intelectuales de la región y, en vista de las recientes medidas monetarias, principalmente del fraude monetario atribuido al Presidente Buenaventura Báez contra los productores del tabaco en la región del Cibao, éstos lanzan un manifiesto declarando su propósito, en donde desconocen al Gobierno de Báez y se declaran gobernados por un Gobierno Provisional con asiento en la ciudad de Santiago de los Caballeros, hasta que un Congreso, elegido por voto directo, constituya nuevos poderes.
El nuevo gobierno queda instalado inmediatamente, nombrándose al General José Desiderio Valverde, presidente, y al abogado Benigno Filomeno Rojas, vicepresidente.
Esta es la primera revolución ideológica habida en el país, y cuyos frutos benéficos, sin duda se hubiesen reflejado en todos los sectores institucionales de la nación, de no haberla frustrado por desgracia, la contrarrevolución de Santana, quien estaba asesorado por la camarilla de sus acólitos de Santo Domingo.