La muerte a tiros del ex rector de la UASD no debió suceder, menos de esa manera, fue víctima de las tenciones, intolerancia, ánimos caldeados y ambiciones desbordadas en las disputas por aspiraciones electivas a lo interno de los partidos politicos, situándolo como una de las tantas víctimas trágicas de las campañas del proceso electoral.
Febrillet era un educador, administrador, escritor y político dominicano, fue electo Rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en el año 2011 y candidato a senador del Partido Revolucionario Moderno (PRM) por la provincia de San Cristóbal en los pasados comicios del 2016.
Designado Doctor Honoris Causa, por la Universidad Andrés Bello de El Salvador y Profesor Honorario de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Fue declarado hijo meritorio de San Cristóbal, su ciudad natal, por el ayuntamiento de ese municipio; hijo meritosimo de Yaguate, por el consejo municipal de Yaguate; Visitante y Huesped Distinguido con entrega de las llaves de la ciudad de varios municipios en la República Dominicana entre los que resaltan: Cotui, Bonao, Barahona, La Vega, así como en San Salvador, República de El Salvador.
Mateo Aquino Febrillet, murió a consecuencia de herida de bala la tarde del 11 de marzo de 2016, mientras mediaba en una discusión entre los candidatos a diputados por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Blas Peralta y Edward Montás.
El 11 de julio de 2017, las juezas del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional condenó a 30 años de prisión a Blas Peralta por el asesinato del exrector.
Todo caso de muerte es lamentable, en el caso de Aquino Febrillet causo gran consternación porque nunca se apartó de la docencia académica y abogo siempre por la unidad de la familia Uasdiana.
Cuando asumió la rectoría de la UASD en el 2011 sus primeras palabras fueron llamar a quienes lo apoyaron para que acogieran a los perdedores en las elecciones universitarias en áreas de esa academia, como una muestra de apertura a la unidad, al respeto y de tolerancia.
La violencia intra partidaria se ha convertido en un fenómeno inquietante, ya que, envía una señal desasosiego para las elecciones generales.
Los líderes políticos deben exhibir mayor responsabilidad; y deben hablar y restituir la confianza en el proceso que se avecina, herida de muerte aquel 11 de marzo del 2016.