La madrugada del 9 de octubre de 1971 el barrio 27 de Febrero fue visitado por una patrulla policial, llevándose a cinco jóvenes, justamente cuando regresaban de un colmado de comprar velas para colocarlas en el ataúd del velatorio de uno de los miembros del Club Héctor J. Díaz.
Más tarde los cuerpos sin vida y mutilados de los cinco muchachos aparecieron, quienes fueron cobardemente asesinados.
El barrio 27 de Febrero llegó a ser uno de los sectores en donde en un momento de la historia se concentró la mayor atención pública por las luchas reivindicativas y actividades culturales y deportivas que realizó, la gran mayoría protagonizadas por los clubes deportivos y culturales Fases de Luna y Héctor J. Díaz.
Estas organizaciones coordinaron grandes protestas en favor de reivindicaciones de la barriada y condenaron con fervor los atropellos que vivió el sector , durante el régimen de los “Doce Años” que encabezó Joaquín Balaguer.
Por la postura que mantuvieron de apego a las más elementales aspiraciones del pueblo, las organizaciones clubistas de toda la franja norte del Distrito Nacional , fueron perseguidas de manera despiadada, al extremo que cinco jóvenes se convirtieron en mártires de la cultura y el deporte.
Radhamés Peláez Tejeda, Rubén Darío Sandoval, Víctor Fernando Checo, Reyes Florentino Santana y Gerardo Bautista Gómez, fueron vilmente asesinados.
Los responsables de estas muertes, fueron los integrantes de «La Banda Colorá», surgida luego de las elecciones de 1970, grupo represivo creación del general Enrique Pérez y Pérez y dirigida por el Ing. Ramón Pérez Martínez, «Macorís».
La fecha del 9 de octubre, fue instituida durante el gobierno de Salvador Jorge Blanco, como «Día de los clubes» , en honor a estos jóvenes clubistas.