“Preso por la guardia de Mon”, es una frase muy dominicana. Ramón Cáceres, mocano, gobernó el país de 1906 a 1911. Fue un buen gobierno.

Para lograrlo tuvo que formar , el 26 de junio de 1907, un ejército que pusiera barrera a los jimenistas de la Línea Noroeste dirigidos por Demetrio Rodríguez y Desiderio Arias.

Para impedir que el gobierno cayera de nuevo en manos horacistas estos jefes «revolucionarios» atacaron las ciudades de Santiago y Puerto Plata. Las cosas no fueron fáciles en un principio para Mon. Y para lograr un plan de pacificación creó la llamada Guardia Republicana o “Guardia de Mon”, como se le conoce Mejor. ¡Tremenda guardia!

Cáceres se trasladó a Santiago y decretó la concentración de la población y el ganado de la Línea Noroeste y otros pueblos. Dio un plazo.

Concluido, la guardia ‘peinó’ la zona. Cada jefe militar ejecutó las órdenes como le convino. La Línea quedó sembrada de cadáveres de animales. La población fue sometida y los jefes jimenistas se vieron obligados a huir.

Cáceres gobernó con la democracia de aquel tiempo. Invirtió fuertes sumas de dinero en la compra de armas.

Creó una nueva Constitución con mecanismos para favorecer los derechos humanos. Eliminó la Vicepresidencia. El período presidencial fue de seis años. Estableció el sistema Bicameral con Senado y Cámara de Diputados.

Uno de los capítulos más importantes de la nueva Constitución fue lo relativo a las gobernaciones provinciales manejadas por civiles.

Organizó un Ejército profesional y creó un presupuesto titulado «Para generales a las órdenes del Presidente de la República» para que recibieran pensión y jubilación sin tener que ponerse a las órdenes de los caudillos.

Con los impuestos aduanales, amplió el ferrocarril entre Moca, Santiago y Puerto Plata. Instaló nuevas líneas telegráficas, reconstruyó muelles, escuelas en las zonas rurales, la Escuela Agrícola en Moca para fomentar la agricultura.

Recuperó concesiones extranjeras, entre ellas, el transporte de mercancías entre Santo Domingo y NY. También recuperó el muelle de San Pedro de Macorís, en manos de los americanos.

Inició la carretera que comunicaría a Santo Domingo con el Sur y el Cibao. Aprovechó su mandato para reorganizar el Poder Judicial que desde hacía tiempo demandaba una modificación.

Así, por primera vez, desde 1844, la agricultura y la ganadería, la paz y progreso, marcaban un gran desarrollo para el país.

Como en todos los gobiernos, hubo oposición. Comerciantes y prestamistas se negaban a pagar impuestos.

Los caudillos y los caciques militares de la Línea Noroeste, encabezados por Desiderio Arias, prefirieron el derrocamiento de Mon Cáceres. Así las cosas, el 19 de noviembre de 1911, van a hacer ciento ocho años, cuando daba uno de sus habituales paseos por la carretera que conducía a Haina, lo mataron. Pasado esto, los bolos, dirigidos por Desiderio Arias se levantaron en armas para imponer a uno de los suyos.

Nos ha quedado en la Historia «preso por la guardia de Mon». Un presidente del que los mocanos nos sentimos orgullosos.

(Datos tomados de Manual de Historia Dominicana, de Frank Moya)

Texto: Ligia Minaya para Diario Libre

Por Redacción

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