15 de agosto 1922.
Tiene lugar en el Baluarte de Santo Domingo o Puerta del Conde, la coronación de Nuestra Señora de la Altagracia.
A instancias del entonces arzobispo de Santo Domingo, monseñor Alejandro Adolfo Nouel, quien solicitó el permiso correspondiente para realizarla, Su Santidad Benedicto XV tomó la decisión pontifical el 14 de julio de 1920, autorizando la coronación de la imagen de Nuestra Señora de La Altagracia. Sin embargo fue su sucesor el Papa Pío XI, quien nombraría como legado suyo a monseñor Sebastián Leite de Vasconcellos, arzobispo titular de Damietta, conde romano, figura eminente del episcopado portugués.
Para la coronación la imagen fue traída desde su Santuario de la Villa de Higüey, hasta la Ciudad Capital de la República.