El primer combate significativo entre las fuerzas dominicanas y las tropas invasoras haitianas, la cual se realizó a la entrada de la población de Azua, por el camino de San Juan.

En la acción, que duró tres horas, los haitianos se retiraron dejando en el campo de batalla una gran cantidad de muertos.

«El ejército dominicano estaba compuesto por unos 2,500 soldados y las tropas haitianas, por unos 8,000 hombres.

Macheteros en acción

Según consta en “El diario de la Independencia”, del historiador Adriano Miguel Tejada.

Los dominicanos prepararon sus tropas al amanecer y formaron una línea defensiva desde el camino del Barro, en el noroeste, hasta el camino de Los Conucos, en el suroeste.

“En el flanco derecho, Pedro Santana emplazó los fusileros azuanos, comandados por Valentín Alcántara y Vicente Noble, y un contingente de macheteros entrenados por el coronel Antonio Duvergé. En la retaguardia de este flanco estaba Nicolás Mañón, con 200 hombres en el cerro de Resolí, en Azua, relata Tejada.

El historiador cuenta que “a la izquierda, había emplazada otra pieza de artillería y los fusileros de Matías de Vargas, José Leger y Feliciano Martínez. El coronel Duvergé, como jefe de la línea de defensa, se movía de un lado a otro, según las necesidades del ataque. En la retaguardia, detrás del centro, estaban el general Santana, junto a Buenaventura Báez, Felipe Alfau y Lorenzo Santamaría, junto a los hateros a caballo y un contingente de caballería reclutado por Báez”.

Mientras Hérard había dividido sus fuerzas para repeler las tres posiciones del ejército dominicano. Tejada continúa relatando en el diario: “Promediada la mañana, y sin el apoyo de artillería y creyendo que la columna del general Souffront se encontraba en posición de apoyar el ataque se inicia el asalto por el centro. El general Thomas Hector cometió el error de ordenar el paso de carga a columna cerrada”.

Entonces, la pieza de artillería de Soñé disparó sucesivamente rondas de metralla y dejó “claros terribles en las apretujadas filas haitianas”. Luego los fusileros criollos Lucas Díaz y sus subalternos dispararon a los enemigos y los macheteros entraron en acción, logrando desarticular a los adversarios.

En el ínterin, las tropas haitianas del ala derecha enfrentaban las posiciones del lado izquierdo dominicano, justo en el camino de Los Conucos. Este enfrentamiento también fue ganado por los criollos y sobresalieron los fusileros Matías de Vargas, Leger y Martínez. En la refriega cayeron dos coroneles haitianos.

“El grueso del ejército haitiano se retiraba en desorden, cuando el ala izquierda de los haitianos se tropezó con los azuanos de Duvergé, quienes, apoyados por los fusileros de Nicolás Mañón apostados en el Cerro de Resolí, iniciaron una brava carga de machete que ‘sembró el terror y la muerte en esta ala del ejército de Hérard, la que se retiró presa del pánico y la mortandad que ocasionan las armas blancas’”, narra Tejada.

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Por Vicente Florian

Periodista egresado de la UASD, Maestrando en Tecnologías de la Información y Comunicación para Docentes (TIC), Historiador e Investigador.

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